Verano es esa época del año en que más utilizamos el coche. Los largos viajes son una constante durante los meses en que aprieta más el calor, y hay que tomar una serie de precauciones para viajar con seguridad. Y además, tener en cuenta algunos consejos que pueden hacer que vayamos más tranquilos y que lleguemos sin sobresaltos a nuestro destino.

• Mantenerse descansado al volante.
Un viaje de varias horas, como muchos de los que se afrontan estos días de descanso y vacaciones a lugares alejados del hogar, puede ser muy cansado. La fatiga que se acumula al volante puede pasar factura, con pérdidas de concentración, pequeños dolores musculares y hasta un incómodo dolor de cabeza. Para evitarlo hay que parar cada pocas horas, beber mucho líquido y hacer un alto para salir del coche y estirar las piernas. Pero estas medidas no eliminan el cansancio, sino que son soluciones a corto plazo. Lo mejor es que, cuando se comience a notar el cansancio, dejar que sea otra persona quien conduzca y descansar un rato alejado de la responsabilidad de la conducción.

• Cuidar a los pasajeros.
Sobre todo a los niños, que son muy propensos a marearse, al igual que muchos adultos. Si suelen hacerlo, hay medicamentos ligeros que previenen los mareos y que pueden tomarse antes de emprender el viaje. De todas maneras, el médico o el farmaceutico pueden recomendar la mejor solución. Si ya se han mareado, es aconsejable parar un rato y dejar que la persona mareada camine un poco al aire libre. Y sobre todo, hay que fijar la vista en el paisaje, mejor que en cualquier objeto dentro del coche, así que mejor olvidar las consolas y otros objetos. Se evitarán mareos.

• Comer durante el viaje.
No es aconsejable comer estando al volante. Puede provocar despistes y estos son peligrosos en carretera. Mejor encontrar un momento para parar y degustar algo ligero para coger fuerzas y continuar con ganas. Una nevera de viaje bien provista de fruta fresca, cereales, galletas y alimentos ricos en calorías pero no demasiado pesados puede ayudar a hacer el viaje mucho más agradable. Y sobre todo, mucho líquido, para mantenerse hidratado.

• Viajar con niños
Esta es una de las principales causas que provocan el nerviosismo en los conductores. Los niños y sus cosas de niños… Hay que procurar que están lo más cómodos posibles en el vehículo, que estén distraídos y que puedan jugar sin causar problemas al conductor. También hay que procurarles sombra, con parasoles en las ventanillas, ya que el sol puede molestar e incluso causar alguna insolación. Los niños cansados y aburridos son el peor enemigo del conductor, así que los juegos de viaje, en el que participe toda la familia, y las paradas para estirar las piernas y que suelten la energía acumulada en ellas son indispensables.

Estos unos pocos consejos para hacer que el largo viaje hasta el destino sea lo más placentero posible. También hay que recordar respetar los límites de velocidad. No solo es peligroso para la seguridad víal, sino que puede tener consecuencias si pasamos ante un radar a mayor velocidad de la que marca la señalización. Revisar el coche antes de salir de viaje, dormir bien antes de la salida y ser prudente en la carretera son los otros consejos que no debemos olvidar antes de coger la carretera. ¡Felices vacaciones!