Los sistemas de navegación permiten elegir una nueva opción de ruta: el itinerario más eficiente o de menor consumo.
Ruta corta o rápida. Un criterio de guiado que se debe introducir en el navegador del coche antes de iniciar camino al destino. Pero a esta doble opción se ha sumado últimamente una tercera, la ruta más eficiente o de menor consumo, que está ya presente en muchos sistemas GPS y permite reducir el gasto de energía, ya sea en modelos térmicos o eléctricos. el “ahorro puede acercarse al 10%”.
Los dispositivos se basan “en la orografía y las características de las vías y tratan de ofrecer “el mejor compromiso entre consumo y duración”. Pero si el sistema dispone además de “información actualizada del tráfico”, “podrá evitar atascos, lo que supondrá un ahorro adicional”. El avance beneficia a todos los automóviles, con independencia de su tipo de motor.
Qué tipo de vías se van a recorrer, la velocidad máxima permitida en los distintos tramos y el relieve de la ruta, son algunos de los parámetros que los GPS utilizan para calcular cuál será el trayecto que implique el menor consumo. Y es que no es lo mismo circular por ciudad que por autopista, subir un puerto de montaña que rodar por terreno llano. El itinerario eficiente que recomiende el navegador puede implicar tardar algunos minutos más, o no, pero siempre se asociará a gastar menos, porque el recorrido alternativo consistirá en, por ejemplo, circunvalar la ciudad por autovía en vez de atravesarla (siempre dentro de unos márgenes razonables de equivalencia), o en seleccionar calles que acumulen un menor número de semáforos o una mayor cantidad de metros de bajada.
El siguiente nivel introduce la actualización del tráfico en tiempo real, y los imprevistos que puedan surgir en el recorrido (obras, accidentes…). Y proporciona una información más completa. La clave está en informar al conductor, al momento, de lo “que se va a encontrar en su recorrido”. Algunos sistemas se actualizan cada “dos minutos” y que tiene en cuenta varias fuentes, desde los clásicos boletines de tráfico hasta las cámaras de circulación y las bandas que se colocan en el suelo para medir el tránsito de vehículos. Pero, sobre todo, son los propios usuarios los que forman una comunidad en permanente contacto, porque sus GPS envían información al centro de control, que la remite a su vez a los demás conductores. Así, todos sabrán si se ha producido una incidencia en su recorrido que conviene evitar.
Pero la evolución tecnológica va a permitir ir más allá. Los fabricantes de automóviles, junto con compañías como Bosch y Continental, trabajan en lo que se denomina como horizonte electrónico. A grandes rasgos, se trata de una navegación más avanzada, que combina Internet y soluciones de realidad aumentada para ofrecer una precisión superior y mayores frentes de aplicación. Entre otros avances, permitirá conectar el GPS y sus funciones con la mecánica del vehículo, para que interactúen entre sí y mejoren los resultados prácticos.