Greetings! ,
No cabe duda de que la vida ha cambiado mucho desde los tiempos de nuestra infancia. Cuando se trata de nuestros hijos, estamos mucho más pendientes de su seguridad que nuestros padres con nosotros. Los de las generaciones anteriores a esta, andábamos en bicicleta sin casco, y los autos no tenían bolsas de aire. Tomábamos agua directamente de la manguera del jardín y salíamos descalzos a la calle ¡y no nos pasaba nada! No hay nada de malo en proteger a nuestros hijos, el problema se presenta cuando empezamos a pensar que la felicidad significa estar a salvo y cómodo, o cuando nuestra meta en la vida consiste en rehuir todos los riesgos. Cuando nuestra prioridad principal es estar a salvo y seguros, no sólo perdemos contacto con las necesidades de otros, sino también con una necesidad primordial en nosotros mismos.
Hemos sido creados para mucho más que apretar botones y mirar pantallas. ¡Hemos sido creados para vivir una gran aventura! Dios nos creó para que corramos riesgos y nos enfrentamos a grandes desafíos, para que consigamos grandes logros que tengan un impacto perdurable.
Si de pronto te dijeran que sólo te queda un mes de vida y empezaras a pensar en como podrías dejar un gran legado que perdurar en el tiempo, es posible que te sintieras tentado a decir: "Es demasiado tarde. No tengo ni el dinero ni el poder para marcar una diferencia en este mundo". Sin embargo, nunca subestimes el poder de uno solo. Es la capacidad que todos tenemos, todos los días para que Dios nos utilice para bendecir el resto del mundo.
Si llegamos a influir en una vida, puede que marquemos la diferencia entre la vida y la muerte ––tanto física como espiritual–– para otro ser humano. Si adoptas la costumbre de hacer lo que podamos, cuándo y donde podamos, nos veremos transformados a la medida que ayude a otros.
"Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta." Romanos 12:1-2
¿Está bien tomar nuestro capuchino todos los días? ¿O tener bonitas cosas? ¿O gozar de las bendiciones de nuestra vida? Sí. Pero si queremos dejar una huella sustancial a nuestro paso, tenemos que despertar y darnos cuenta de que nuestra madurez es lo que impulsa la realización de ese objetivo. Pablo revela el secreto de la madurez en este versículo: debemos ir más allá de la preocupación por nuestra propia comodidad y nuestros deseos. Si de verdad queremos fortalecer nuestro carácter y nuestra fe, debemos estar dispuestos a cambiar nuestro objetivo de seguridad por un objetivo de sacrificio.
Para el mes que viene, elige una comodidad, un lujo, un objeto del que puedas prescindir. Puede que sea ti visita diaria a un cafetería favorita, un programa de televisión antes de ir a la cama, tu postre favorito o algo similar. Utiliza el tiempo o el dinero que inviertes en esa comodidad para un fin más noble, como rezar, contribuir a una obra filantrópica o a una misión, u ofrece tus servicios a alguien que padezca necesidad, un vecino, un amigo o simplemente a un extraño. Este ejercicio puede ayudarnos a recuperar la perspectiva de lo que significa ser un sacrificio viviente.
Queremos saber acerca de lo que Dios está haciendo en tu vida, y como esta serie te esta ayudando a vivir apasionado, plenamente vivo y sin remordimientos. Por favor escríbenos si tienes un testimonio, idea, petición o solo para decir hola a
info@interludio.org y
1mesparavivir@interludio.org