Un tour. O como muchos de mis compatriotas y hasta colegas de la industria dicen, “el tours”.
Creo que todos hemos tenido en nuestras manos en algún momento esos folletos donde nos muestran recorridos de diversas ciudades, sobre todo en Europa, visitando muchos países en 10, 12 o 15 días. Hay muchas empresas que ofrecen recorridos de ese tipo.
Exploremos el concepto de “tour”. La definición de la Real Academia es: “Viaje turístico o excursión en que se visitan distintos lugares”.
Si vemos su etimología, la palabra viene del griego “tornos” y del latín “tornus” es decir que gira o da vueltas. En francés evolucionó la palabra a “tour” y los franceses nos la heredaron para referirnos a estos paseos turísticos por varias ciudades… El concepto en si puede ser una buena idea, pero siento que en muchas ocasiones se les va la mano con eso de dar “una vuelta”.
Veamos a qué me refiero: Hace unas cuantas semanas atrás, me escribieron de parte de un cliente para pedirme un viaje organizado que les habían enviado para pasear por el Reino Unido y Escocia por 11 días. El mensaje era para ver si yo tenía algo más adecuado. El tour visitada Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte e Irlanda en 11 días.
Lo que me llamó la atención eran los lugares a visitar en 11 días. Este era el recorrido: Londres, Cambridge, York, Durham, Newcastle, Alnwick, Edimburgo, Stirling, Trossachs, Glasgow, Kilmarnock, Belfast, Dublin, Clonmacnoise, Athlone, Galway, los acantilados de Moher, Limerick, Cork, Dashel Rock, Dublin, Conwy, Chester, Liverpool, Straftford, Costwold, Oxford y de regreso a Londres.
Eso es un total de 26 lugares diferentes en un recorrido de 11 noches, de las cuales solo 2 noches se dormían en Londres al inicio y el resto del tiempo la persona amanecía en un lugar nuevo durante 9 noches más. Era un recorrido de 2,285 kilómetros. Eso más o menos equivale a ir por tierra desde San Salvador a la ciudad de Monterrey en Nuevo León, México, casi en la frontera de Estados Unidos.
¿Será que vale la pena hacer un recorrido así?
Hay muchas personas que todos los años toman recorridos similares. Es una forma de viajar muy particular. A mí en lo personal no me gusta. Prefiero ser el viajero independiente y decidir que ver y agarrar ciudades como base de operaciones para explorar una región. Eso de dormir 10 noches diferentes en una ciudad nueva no va conmigo.
En ese sentido soy un gran abogado de diseñar un viaje a nuestro propio tiempo y ritmo, para poder conocer los lugares de una forma más pausada y gozando de las actividades que cada ciudad tiene para ofrecer. Pero como durante mucho tiempo nos han vendido el concepto de circuito como una forma de conocer un país, entonces me toca enfrentarme en la gran mayor parte del tiempo en convencer personas de que visitar 10 ciudades en 15 días no es conveniente. Eso es culpa de los tours organizados, que incluyen transporte en bus y que hacen paseos panorámicos de las principales ciudades. Pero es como ir a la carrera todo el tiempo. Prefiero tomarme un café en la Grand Place de Bruselas que verla desde un bus.
¿Hay lugares donde funciona mejor un tour?
Definitivamente. Creo que si hay lugares que es mejor no hacerlo uno por su cuenta sino que debemos contratar un tour organizado y si no nos gusta ir en grupo, pues por lo menos llevarlo con un auto con chófer y guía en servicios privados. Hay países como Marruecos, Egipto, Israel, India, entre otros, que es mejor visitarlos en un tour organizado. No significa que no se puedan hacer por cuenta propia, pero por temas de seguridad también es mejor tener algo pre-armado en Egipto.
También soy creyente de los “tours por el día”. Cuando visitamos una ciudad por más de 4 o 5 noches, tenemos la oportunidad de pasear hacia las afueras. Así tenemos nuestro alojamiento en la ciudad como base de operaciones y alguien se encarga de la logística de llevarnos de paseo a explorar cosas que normalmente serían más complicado hacer por nuestra cuenta.
Por ejemplo: Hacer un paseo por el día hacia la República de Montenegro desde Dubrovnik, Croacia o hacer un paseo desde Londres hacia Windsor, Stonehenge y Oxford. ¿Cansado? Si. Pero no tenemos que andar acarreando maletas y al final del día regresaremos a nuestro alojamiento que será nuestra casa por muchos días. La otra forma sería rentar un auto y explorar, solo que en el Viejo Mundo, el tema de parqueo puede ser complicado y caro. A mi amiga italiana le pusieron una multa por mi culpa. Me había prestado su auto y yo no me fijé que era prohibido entrar con carros en el centro de Milán que no tuvieran un permiso residencial. Así que en vez de meterme en problemas con un carro, mejor dejamos que alguien más conduzca y que un guía nos cuente historias de los lugares a visitar.
Mi primer tour organizado.
La primera vez que tomé un tour organizado fue para visitar Egipto en el 2004. Recuerdo que contraté una empresa española llamada “5 Estrellas” a través del website de “eDreams”. Nos salió muy barato. Como 890 Euros por persona por una semana con crucero por el Nilo, todas las excursiones, todas las comidas, todo el alojamiento y hasta boleto aéreo en vuelo chárter desde Barcelona. Fue una semana sumamente ajetreada y en lo personal me gustaría regresar a Egipto para hacerlo de nuevo pero de forma más pausada y con paseos por el día o guías privados.
Todos los días nos levantaron entre las 5AM a 6AM, antes de que entrara el calor intenso, pues además era en pleno verano, en el mes de agosto. Esas madrugadas servían para visitar el Valle de los Reyes, para visitar el templo de Edfu, para visitar el Obelisco Inacabado en Aswan, para visitar las Pirámides de Egipto, etc… El colmo fue el día que nos levantaron a las 2AM para poder salir en bus a visitar Abu Simbel a 4 horas de Aswan. ¿Conocí todo eso? Si. ¿Tengo fotos? Si. ¿Disfruté? Todavía estoy tratando de decidir si disfruté o no, pues todo fue muy a la carrera. Tengo que aclarar que fue una forma conveniente de conocer todo en un mismo viaje. Posiblemente regresaría a Egipto y volaría a Luxor, pero me tomaría unos 3 o 4 días para conocer la zona por mi cuenta con un egiptólogo que me acompañe y me cuente. De todas formas es un país relativamente barato y los servicios privados no saldrían a un costo exorbitante.
Esto me lleva a la siguiente pregunta clave…
¿Realmente queremos conocer todo en un mismo viaje?
A veces estamos tan acostumbrados a las “vacaciones express” de una escapadita de 3 días a Roatán o 3 días a Panamá, o 3 días a Cancún, que cuando vamos de viaje más lejos casi que tratamos de replicar esos viajes express pero multiplicado por 5 o 6, es decir… 2 o 3 noches en cada lugar. A mi posiblemente lo que me pasó es que la primera vez que crucé el charco me quedé una semana completa en París. Pude pasear por mi cuenta todo lo que quise, tomé un paseo del día a los Castillos del Loire, me desvelaba si quería y el jet lag me tenía complicado pues era la primera vez que tenía que lidiar con tantos husos horarios de diferencia.
De ahí pasé por París nuevamente en múltiples ocasiones, y ahí si me quedaba 2 o 3 noches, pero la gran diferencia es que ya conocía de antes. Por eso me escandaliza cuando alguien va por primera vez a Europa y que me dice “yo solo dos noches me quiero quedar en París, solo la foto con la Torre Eiffel”. Entonces ya no sé si yo soy turista, viajero o mochilero y colapso, no por mala gente, sino porque se van a perder de una gran ciudad para conocer 10 ciudades más por 2 noches, “solo para la foto”. Es el mismo concepto del tour de 11 noches, solo que sin tour, o sea que además vamos a gastar un montón de dinero y ni siquiera nos van a explicar bien todo lo que estamos viendo.
Quiero ser el principal promotor del “slow travel”.
Es interesante e impresionante todo lo que uno puede vivir en una semana en un mismo lugar… Una semana en la Toscana, una semana en París, una semana en Cusco, una semana en Buenos Aires. Eso nos permite apreciar y vivir los lugares sin prisas ni carreras ni agendas apretadas, con flexibilidad. A veces me dicen “Yo no sé si voy a regresar. Quiero conocerlo todo de una vez”. Lo interesante es que en el 80% de los casos, al año siguiente regresan, casi siempre a los mismos lugares, porque sienten que no tuvieron la oportunidad de conocer bien. O regresan nuevamente para conocer nuevos lugares, pero siempre regresan…. El que tiene el gen viajero, lo tiene y va a sentir la necesidad de salir a explorar el mundo.
Si encuentran dentro de una revista un tour organizado que les llame la atención, pues está bien, le pueden dar una oportunidad. Pero si se encuentran con un tour organizado como el del Reino Unido, que duerme en 10 lugares diferentes en 11 noches, yo les aconsejaría que mejor cambiaran la forma de hacerlo.
Primero recomendaría que se quedaran 5 noches en Londres, 5 en Edimburgo y 5 en Dublín. Desde cada ciudad pueden disfrutar de la vida y tradiciones de cada lugar, y además dedicar un día o varios a hacer paseos del día a otros lugares como los Highlands con el Lago Ness, los Cliffs of Moher o Stonehenge. Verán como el viaje se disfruta más, se comprende y asimila más la cultura local y sobre todo, se descansa más.
En nuestra más reciente vacación, nos tomamos 5 noches en Buenos Aires, 4 en Bariloche, 4 en Puerto Varas y 5 en Santiago de Chile… Hizo una gran diferencia. ¿Sobró tiempo? Sí, y ese tiempo de ocio hizo que el viaje fuera descansado y relajado. Aun me sorprende cuando me piden 3 noches en Buenos Aires o 2 noches en Londres. Son ciudades tan grandes y con tantas cosas que hacer que mientras más tiempo se tiene en ellas, más se disfrutan.
Al final todo viaje debe tener un balance y nos debe servir para crear bonitos recuerdos, momentos memorables e historias que contar. Mientras menos lugares visiten, tienen una mejor garantía que descansen, sean viajes libres de estrés y que al llegar de regreso a casa nos haya cambiado la perspectiva del mundo. Les deseo viajes largos y relajados!
Que ganas me dieron de irme a trabajar un mes desde Budapest, e irme los fines de semana a Viena, a Bratislava y a Sarajevo. ¿Ya cambia la cosa, no?
Mis mejores deseos para esos viajes largos y que si nos regalan un tour, que nos sea leve a todos!