El amor propio, ese concepto tan trascendental y a menudo subestimado, es la semilla de la plenitud emocional y el bienestar psicológico. A través de la historia, se ha hablado abundantemente sobre el amor hacia los demás, pero pocas veces se le ha dado el énfasis que merece al amor hacia uno mismo.
El amor propio, sus dimensiones y cómo cultivarlo para alcanzar una vida más satisfactoria y equilibrada.
- Autoaceptación: Este componente implica aceptar y valorar todas las partes de uno mismo, incluyendo las virtudes y los defectos. La autoaceptación es fundamental para construir una base sólida de amor propio, ya que permite liberarse de la autocrítica destructiva y cultivar una actitud compasiva hacia uno mismo.
- Autoestima: Se refiere a la valoración subjetiva que una persona tiene de sí misma. Implica reconocer y apreciar nuestras cualidades, habilidades y logros, lo que contribuye a fortalecer nuestra confianza y seguridad personal.
- Autocuidado: Abarca todas las acciones que realizamos para mantener nuestro bienestar físico, emocional y mental. Esto incluye hábitos saludables como una alimentación balanceada, ejercicio regular, descanso adecuado y la búsqueda de actividades que nos brinden placer y satisfacción.
- Autoconocimiento: Conocerse a uno mismo es esencial para cultivar el amor propio. Esto implica explorar nuestras emociones, pensamientos, creencias y valores, así como comprender nuestras fortalezas y áreas de mejora. El autoconocimiento nos permite identificar nuestras necesidades y deseos, y tomar decisiones que estén alineadas con nuestra autenticidad y bienestar.
El amor propio no solo nos fortalece a nivel individual, sino que también nos capacita para contribuir de manera más positiva y constructiva al mundo que nos rodea
Inf. sitio web o bien llama a oficinas 9933157338 o móvil 9373781204
Taller vivencial sábado y domingo.